Potser el llenguatge poètic és el que més ens aproxima a la naturalesa perquè ens permet escórrer entre la rigidesa de la cotilla de la raó.
Potser el llenguatge poètic és dels pocs que és capaç de posar de manifest l’error inicial al qual apunta el quadern d’Opcions que estem a punt de presentar: El consum de natura. Entenent el terme consum tal com l’entén Olga Bázquez, una de les autores del quadern, és a dir, com el tipus de relació que establim amb els objectes mercantilitzats. L’engany, pensar que l’entorn, el territori, és mercaderia, és objecte, extern i independent de la vida dels éssers del planeta, especialment dels humans.
Potser, doncs, el llenguatge poètic ha estat l’únic amb què Pati Blasco, bèstia salvatge acostumada a la vida vertical i que se sent realment a casa quan està entre les parets d’altes muntanyes, ha pogut aproximar-nos al què és per a ella la naturalesa. I és a través de la poètica que ha pogut transcendir el conflicte i contradiccions que van aparèixer quan li vam proposar escriure sobre el consum de naturalesa: perquè fer-ho volia dir qüestionar-se una relació, unes pràctiques, una forma de viure que van íntimament lligats a la seva existència.
És a través de l’expressió poètica que s’ha possibilitat un punt de trobada entre qui creu que l’explotació de l’entorn, ara llegit sobretot com a recurs turístic, necessita ser regulat i mediat per altres fórmules no mercantilistes i entre qui es reconeix naturalesa i, com a tal, entén que la regulació és impossible, ja que sempre voldrà dir una limitació en l’expressió de la vida, del desig i del gaudi.
- QUADERN RELACIONAT
FRAGMENT EXTRET DEL QUADERN
Amb això, obrim el nou quadern d’Opcions que, no sense moltes contradiccions i debats interns, hem dedicat a la sobreexplotació que el sistema econòmic fa de l’entorn natural quan el ven en forma d’experiència a la naturalesa, esport de muntanya o turisme a la naturalesa. I ho hem fet posant en primer pla els sabers que ens recorden que aquella separació que crèiem que hi ha entre cultura i natura no és tanta i que, com a éssers vius que som, depenem enormement de les relacions que establim amb el nostre entorn.
Reconocernos naturaleza
Me gustaría encontrar la manera de expresarme naturaleza.
Y las palabras son lentas como el mundo.
Escasas, como la vida que hemos alimentado.
Buscar un sonido que de forma a lo que somos, a lo que nos une.
Que incluya todo lo que abarcamos.
—También lo que no nos gusta
—También lo incomprensible
No lo encuentro.
¿Tal vez un suspiro?
Una ola
Una lágrima
El viento
Un canto
La risa
Una vida
La lluvia
Un poema
Terremotos
Una muerte
Tormentas
La noche floreciente
Abrazos
Algo que no termina aquí, en mis extremidades.
Ni en los espacios vacíos de tus grietas.
Toda la complejidad de lo que somos.
Nada más bello que el silencio, ahora.
Un silencio que borra los contornos que hablan de tú o yo.
De mi brazo, tu montaña
De mi alma, tus alas,
De mis pulmones, tu aire…
—Un silencio que habla de nosotras
¿Cómo generar una pedagogía del cuidado?
Un cuidado alejado de la culpa
del miedo
del control
del exceso
de los sermones
de la separación
—Una fascinación que habla de nosotras
Un buitre posado en una repisa.
Una flor en pleno desparpajo.
Una caricia.
Un dolor.
Los árboles, con su lenguaje secreto y milenario, nos recorren las entrañas y recogen todos los misterios.
¿Qué hacemos con esto que nos está pasando?
—Aguardar. Erosionarnos y levantarnos hasta el cielo
—Amar. Estar intensamente disponibles
—Dibujar nuevos mundos en las nubes
—Poner límites que abracen sin ahogar
—Asombrarnos
¿Será por amor por lo que la nieve cae tan suavemente sobre los campos?
Esperanza.
El amor real, posible y cotidiano
Que contribuye al encuentro entre
caminos y piernas
manos y paredes
aguas y besos
bichos y personas
estómagos y vidas
ojos y horizontes
lunas y aullidos
miedo y sorpresa
ignorancia y conciencia
El viento peina mis pestañas
Mis sueños dibujan posibilidades de transitarnos, juntas
Y formo parte de esto que es más grande que yo y que también soy yo.
—¿Encontrarnos?
—¿Reconocernos?
¿Y qué es el amor sino cuidar la fragilidad de cada cual como si fuera propia?
Mis manos tocan la roca.
En ocasiones se quiebra, a veces permanece llena de paciencia, otras me pellizca dura e inflexible.
—Como tú.
—Como yo.
Y mis pies descalzos se dejan acariciar por la hierba,
que se permite pisar sin lastimarse
Alguna hormiga diminuta escala entre los dedos.
—¿Habrá suficiente para todas?
La confianza en que sí:
—Tus necesidades y las mías son igual de importantes.
No hay jerarquía en las necesidades
—¿Será por amor por lo que todo sucede?
—Solo abrigar un nosotras… encontraremos la manera
Desde el cuidado y la responsabilidad
desde el disfrute y la libertad
—Lo que cuida de ti, cuida de mí
Mis miedos se despeñan hacia el valle
Los acoges con sabiduría milenaria
Hay una margarita que no es tan feliz en un vaso de agua
aunque pueda sobrevivir como un relámpago.
¿Seré Ella, o quizá solo uno de sus pétalos?
Hay un gusano en su crisálida ¿nos estaremos ahogando?
Me gustaría sacarnos de ahí y no sufrir el intenso dolor de la transformación
Y también intuyo que solo así desplegaremos las alas
—Y también duele estar ahí.
—Cuando tú eres yo.
No un paisaje en una foto
—Tus arrugas de la risa
—Mis grietas profundas
Un pedazo de nuestra piel.