Para muchas prácticas sexuales, en muchos casos, no es necesario recurrir a lubricantes externos. A menudo, si nos damos tiempo, basta con el deseo y los fluidos corporales (sudor, saliva, líquido preseminal y flujo vaginal). Pero si necesitamos reforzar la lubricación, hay distintas opciones.
Tipos de lubricantes
Vamos a profundizar en las diferentes opciones de lubricantes, que pueden dividirse en dos bloques: de base grasa y a base de agua.
De base grasa: disponemos de alternativas caseras (y baratas), como cualquier aceite comestible o corporal, con el inconveniente de que podemos manchar la ropa o las sábanas. Las mantecas, por su solidez (aunque con el calor las grasas se vuelven líquidas –por ejemplo la manteca de coco a partir de 21º), reducen el riesgo de manchas. Y también lo reducen los aceites que penetran en la piel con más facilidad (como el de almendra). A cambio, un aceite que penetra más lentamente, como el de oliva, lubrica más usando menos cantidad (al quedarse en la superficie), pero aumenta el riesgo de manchas. Y, hablando de lubricarnos con grasas, hemos leído artículos que atribuyen a la manteca de coco propiedades fungicidas y beneficios para el tratamiento de las candidiasis. Las vaselinas y muchos “aceites corporales” son la opción menos saludable entre los lubricantes grasos: desde el punto de vista ambiental, por estar elaborados a base de petroderivados, y personalmente porque provocan con más frecuencia reacciones alérgicas, como se explica en este interesante artículo sobre lubricantes.
A base de agua: En la red podemos encontrar algunas recetas para su fabricación casera, a partir de productos como aloe vera o glicerina.
En cuanto a los productos comerciales, os recomendamos especialmente elegir marcas que no usen conservantes controvertidos como benzoato de sodio y especialmente parabenos (en las etiquetas son reconocibles como palabras “que acaban en parabeno” como metilparabeno, propilparabeno, butilparabeno o etilparabeno).
En lo que se refiere a los ingredientes que aportan el carácter lubricante al producto, podemos encontrar glicerina, derivados del polietilenglicol o polipropilenglicol –normalmente petroderivados– o siliconas.
La glicerina puede ser de origen vegetal, animal o mineral –petroderivado–, ya que puede obtenerse como subproducto de la fabricación de jabón o de biodiésel, y también producirse sintéticamente a partir del propileno. En esta recomendable guía para elegir lubricantes de Los Placeres de Lola, nos alertan sobre la inconveniencia de su uso en caso de sensibilidad a problemas con hongos.
Los lubricantes con siliconas, curiosamente, no deben usarse con juguetes de silicona, a los que dañarían también los lubricantes grasos, como explicábamos en nuestro post dedicado a los juguetes sexuales.
Las siliconas (llamadas también dimeticonas) se elaboran a partir de silicio, material no contaminante y abundante (el segundo más abundante en la corteza terrestre), aunque no renovable, lo que hace preferibles las materias primas de origen vegetal (o animal, si no contradice nuestros principios), que sí son renovables. Su principal ventaja es que los lubricantes con siliconas “duran” más tiempo una vez aplicados, sin necesidad de reponer, lo que los hace interesantes, por ejemplo, para el sexo anal. La silicona no provoca irritaciones ni alergias y no afecta a la flora vaginal ni anal (de hecho es el material más recomendable para copas menstruales y juguetes sexuales, y se utiliza para usos internos como implantes, catéteres o válvulas de corazón).
Algunas marcas de lubricantes con ingredientes ecológicos y vegetales
A continuación, nombramos algunas marcas que venden lubricantes fabricados en el país de la empresa comercializadora y elaborados con materias primas renovables (de origen vegetal o animal). En algunos casos no todos los productos de la marca usan exclusivamente ingredientes de origen natural, por lo que conviene fijarse en cada caso.
- Con ingredientes de producción ecológica: Eco: Yes (Inglaterra) e Intimate Organics (Canadá).
- Con ingredientes de origen vegetal: DSO (España), Vabelle (Alemania y Suiza), Curamor, Pjur, Gleit Stoff y Apronal (Alemania) y Shunga (Canadá).
Desmontando a la Pili o Los Placeres de Lola, dos interesantes iniciativas de las que hablamos en otro artículo, son buenas referencias para conocer y comprar muchos de los lubricantes mencionados.
Lubricantes y condones
Casi todos los preservativos vienen ya lubricados y todos los prospectos de condones nos alertan contra el uso de lubricantes grasos como aceites, mantecas y vaselinas. Estos degradan el látex (no así el poliuretano) y pueden facilitar que el preservativo se rompa. En consecuencia, cuando utilicemos condón es más prudente usar solo lubricantes a base de agua. Al menos como norma general, porque hemos visto un caso de lubricante a base de aceites vegetales que certifica su compatibilidad con preservativos de látex.