Autora: Monika Kozub

Menstruación: ¿condena o regalo cíclico?

La menstruación: molestias recurrentes y suciedad a esconder. O, la menstruación: un regalo cíclico para conectar con el cuerpo.

Cada 28 días, si eres regular, llega aquella estimada rutina fisiológica que consiste en la expulsión del tejido endometrial, un óvulo no fecundado y la sangre que lo acompaña (que es una cantidad pequeña respecto al tejido). Se trata de la regla o menstruación.

Son días en los que algunas mujeres no nos sentimos siempre bien, podemos estar más sensibles de lo habitual y notar molestias o dolores. Además, tenemos la preocupación añadida de estar pendientes de no manchar la ropa o el asiento. Las mujeres la sufrimos o la disfrutamos, depende, un golpe en el mes, durante varios días; es una realidad evidente y natural. Pero, al fin y al cabo, se trata de una mezcla de sangre y tejidos que sale del útero, que huele, que mancha, que es roja.

La menstruación como tabú

Uno de los reclamos más habituales de las marcas de compresas es que ‘no se nota’. Pero, ¿qué pasa si se nos nota la compresa? ¿Qué pasa si manchamos? ¿Por qué nos hace tanta vergüenza, si es un fenómeno natural? No se trata de lucirlo constantemente, pero tampoco de amargarnos cuando estamos ‘arregladas’. Ya tenemos bastante con el zarandeo hormonal que supone, como para tener que estar más limpias y perfumadas que nunca. Las reflexiones artísticas, provocadoras y guerreras de Zinteta buscan romper la norma no escrita que la regla se tiene que esconder.

«La menstruación es un tabú porque solo afecta a mujeres»

¿Por qué es un tabú, la menstruación? Según la socióloga Júlia Mas Maresma, ‘porque solo afecta las mujeres’. Bajo esta premisa, considera que si la regla fuera una cosa de hombres, se ofrecerían más opciones y se equilibrarían los precios. Otro tema nada despreciable, puesto que a estos productos se los aplicó, durante mucho de tiempo, uno IVA del 10%, aunque se trata de un producto de primera necesitat.

La menstruación: un regalo cíclico para conectar con el cuerpo

Durante los últimos años, muchas mujeres están descubriendo que la regla se puede vivir de otra forma. El libro Luna roja, de Miranda Gray, nos invita a conocer ‘los dones creativos, sexuales y espirituales del ciclo menstrual’. En la misma línea, la psicóloga Anna Salvia ha publicado Viaje al ciclo menstrual, una guía para entender el potencial de cada fase del ciclo que incluye un calendario personal para profundizar en el conocimiento sobre nuestro cuerpo. También ofrece talleres y charlas, como por ejemplo una propuesta orientada a madres e hijas cuando estas últimas están cerca de su primera menstruación. Su objetivo es que las nuevas generaciones tengan una relación más positiva con un aspecto tan natural del cuerpo de la mujer.

Autora: Kateryna Hliznitsova

Otra vía para conectar con esta manera positiva de vivir la menstruación es formar parte de la comunidad soy1soy4, una escuela menstrual en línea donde miles de mujeres comparten sus experiencias y crean conocimiento compartido. El proyecto es ideado y acompañado por Erika Irusta, que se define a ella misma como pedagoga menstrual. Autora del libro Diario de un cuerpo, en su web dice, literalmente: “Tienes razón. No estás loca. Eres cíclica.”

En armonía con el cuerpo y el planeta

En paralelo con la difusión de esta mirada crítica con la forma como se vive la menstruación en nuestra sociedad y la reivindicación de una relación positiva con la regla, algunas mujeres han descubierto la opción del sangrado libre. Con este sistema, se puede llegar a prescindir o reducir mucho el uso de sistemas de retención. Para las que todavía no se sienten capaces de llegar a este nivel de conexión con el propio cuerpo, pero sienten la necesidad de reducir la cantidad de residuos que generan cuando tienen la regla, hay otras opciones. Los últimos años se ha extendido el uso de alternativas a los productos de retención de un solo uso: copas menstruales, compresas de ropa, bragas absorbentesesponjas marinas. Con estos instrumentos reducimos el impacto ambiental de menstruar, no solo en cuanto a los residuos, también por el ahorro de recursos naturales y dinero. De estos aspectos, y también del tipo de empresa que fabrica las principales marcas de productos de un solo uso, hablamos en el número 18 de Opcions (publicado en 2006).

Tampones de un solo uso. Autora: Josefin.

El ahorro de residuos que implica cualquiera de estos sistemas es innegable. A lo largo de su vida, una mujer puede llegar a usar unos 12.000 tampones o compresas. Para hacer este cálculo, se ha considerado que se usan 6 comprendidas/tampones en el día (depende del flujo de cada una), 5 días cada 28 días, 13 veces en el año, y de los 14 a los 45 años (totalmente aproximado, también). Hay que tener presente que durante el embarazo (1 o 2 como media) la menstruación se para (unos 18 meses) y que en el caso de mujeres que dan el pecho, la regla puede llegar a desaparecer muchos más meses (hasta un año más). Por lo tanto, se trata de un cálculo aproximado. En todo caso, cada mujer puede llegar a usar más de 10.000 tampones y compresas en toda su vida fértil, que equivale a 6 kilogramos de residuos en el año por cada usuaria.

La difusión de las alternativas reutilizables permite que las mujeres que quieren menstruar sin ensuciar el planeta lo tengan más fácil. No se trata de añadir cargas, sino de dar facilidades a quienes buscan un día a día, y un mes a mes, algo más sostenible.

Artículo publicado, originalmente, el mayo de 2018 y actualizado el mayo de 2023.

Este artículo es posible gracias a personas que colaboran con OPCIONS

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Núm.65

NUEVO

Confort térmico. ¿Cómo lo generamos en tiempos de emergencia climática?

INVIERNO 2023

Núm.65

NUEVO

Confort térmico. ¿Cómo lo generamos en tiempos de emergencia climática?

INVIERNO 2023