Para algunas personas, formar parte de una comunidad de propietarios es una fuente de quebraderos de cabeza. Otras, en cambio, lo viven como una oportunidad de establecer vínculos, no solo con el resto de propietarios, sino también con el resto del vecindario. Lo cierto es que, según cómo se gestione la comunidad, tendremos más buenas relaciones con las personas con las que convivimos. Por ejemplo, podemos organizar jornadas de mantenimiento en las que todo el vecindario se implique en las tareas de pintar, reparar o limpiar. O utilizar el terrado para montar un huerto comunitario o, simplemente, compartir alguna comida de vez en cuando.
Por otro lado, según cómo ejerzamos la responsabilidad de mantener vivo y en buen estado el edificio, contribuiremos a reducir el impacto ambiental de nuestro día a día. También podemos aprovechar para apoyar iniciativas que trabajan por una sociedad más justa y equitativa.
Si la comunidad decide buscar ayuda profesional para la gestión de la comunidad de propietarios, merece la pena informarse antes de la forma de trabajar de cada empresa. Y, en cualquier caso, siempre podemos proponer proveedores que aporten un valor añadido al consumo de la comunidad, como empresas de inserción social o subministradoras de energía renovable.
Cooperativas dedicadas a la administración de fincas
El éxito con que ha sido acogida la propuesta de la cooperativa Fem Escala, nacida en el año 2015, demuestra que existía demanda de un servicio como el suyo, caracterizado por la transparencia y el compromiso social y ambiental. Ahora ya tienen dos oficinas: una en Barcelona y la otra en El Prat de Llobregat, y han pasado de tener dos personas trabajadoras a tener seis.
Su manera de concebir las comunidades de vecinos la diferencia de las administradoras de fincas tradicionales. Para Fem Escala, detrás de cada escalera está la primera célula de democracia. Por eso buscan empoderar al vecindario y facilitar la toma de decisiones desde la propia gobernanza. En este sentido, es clave su papel a la hora de potenciar el aprovechamiento de los espacios colectivos de los edificios y trabajar para fortalecer las relaciones de la comunidad. Por otra parte, tienen claro que con su gestión pueden ayudar a ampliar el mercado social. Con este objetivo, siempre dan prioridad a proveedores de la economía social y solidaria por su valor añadido: limpieza ecológica, telecomunicaciones y seguros éticos, arquitectura sostenible, etc.
En el País Vasco tenemos Elkarbizi Gestión, una cooperativa que da servicio a comunidades de propietarios del Gran Bilbao. Se constituyó en el año 2014, con la vocación de contribuir desde este ámbito a la creación de una sociedad más justa, solidaria y sostenible. Trabajan con equipos comprometidos con la eficiencia energética de los edificios y ofrecen opciones de consumo responsable. Acompañan la comunidad en la toma de decisiones favoreciendo espacios de diálogo donde se pueda llegar a acuerdos de forma cooperativa. En este sentido, hablan de mediación preventiva, ya que la toma de decisiones de forma consensuada ahorra conflictos posteriores.
Actualización 2.4.19: Fem Escala dejó de ofrecer sus servicios el 2018.