Logística sostenible - Autoria: Kindel Media

Los retos por una logística sostenible

¿Otra paquetería es posible? Hablamos de 4 iniciativas de la economía social y solidaria que trabajan por una logística sostenible asociada al comercio digital.

Hace unos mesos o explicábamos como La Zona, el mercatdo digital del consumo consciente, proponía un modelo alternativo de comercio en línea. A pesar de los esfuerzos y la alianza con Koiki, y como pasa con tantos otros comercios digitales, la logística continúa siendo uno de los puntos negros de la cadena de valor. Varias iniciativas de la economía social y solidaria de Cataluña se han metido entre ceja y ceja abordar las problemáticas asociadas con la logística de paquetería y mercancía.

Este sector, clave por buena parte de la economía del país e imprescindible para el comercio en línea, es a menudo el que concentra la complejidad más grande, así como la mayoría de incidencias. Además, el boom del comercio digital que hace años que experimentamos y el impulso que le ha dado la pandemia de la COVID-19 no han hecho más que acentuar los efectos negativos.

Los retos por una logística sostenible en el comercio en línea

En un informe elaborado per Tandem Social en el marco del proyecto Creamos logística sostenible y alternativa de Opcions, se destacan hasta cinco retos principales:

  1. Congestión urbana: la logística de última milla corresponde al último trayecto que hacen las mercancías desde el centro de distribución local al consumidor final. Es el tramo más corto, decisivo y contaminante y el que tiene más presencia en las ciudades. Habitualmente, se hace con vehículos motorizados que tienen un alto impacto en el flujo de vehículos en las ciudades (el conocido como tránsito de agitación).

  2. Sostenibilidad medioambiental: el elevado número de vehículos yendo arriba y abajo repartiendo paquetes o devolviendo entregas fallidas genera contaminación, no solo en forma de CO₂ y NOx, sino también acústica.

  3. Generación de residuos: para proteger el contenido de los paquetes durante todo el trayecto, a menudo hay que añadir material de relleno y embalajes extras que, a veces, resultan excesivos. Todas estas cajas, bolsas de aire y sobres de plástico no acostumbran a reutilizarse y acaban, en el mejor de los casos, en nuestros vertederos.

  4. Eficiencia logística: salvo las grandes empresas que pueden invertir mucho dinero en la optimización de sus cadenas logísticas, en la mayoría de los casos los procesos y trayectos no son del todo eficientes: furgonetas medio vacías, paquetes extraviados, entregas fallidas, rutas duplicadas… todo esto incrementa el número de trayectos y, por lo tanto, los impactos negativos.

  5. Condiciones laborales: tal como han denunciado a menudo los sindicatos y el personal que se encarga del reparto de paquetería, las condiciones laborales del sector son, generalmente, bastante precarias: falsos autónomos, salarios bajos y jornadas estresantes y extenuantes entre otros.

Te explicamos los retos con imágenes y de forma más resumida

En este mismo estudio, se apuntan algunas de las claves para resolverlo: el establecimiento de mayores colaboraciones publicoprivades; la aprobación de regulación y políticas públicas específicas; la exploración de nuevos modelos de negocio; el fomento de la innovación en el sector, así como el desarrollo de nuevas infraestructuras y tecnologías; o la explotación del potencial de la recogida, monitorización y gestión de datos.

Iniciativas de la ESS por una logística sostenible

Los últimos años han surgido algunas iniciativas en el seno de la economía social y solidaria que trabajan justamente en esta línea. Algunas de ellas se reunieron el pasado 5 de octubre en el espacio BiciHub con motivo del acontecimiento Logística compartida, enmarcado en el ciclo de sesiones de trabajo Potenciemos la soberanía alimentaria a los barrios, impulsado por Coòpolis. El objetivo principal del encuentro era repensar la logística y distribución agroecológica en la ciudad de Barcelona y área metropolitana. A pesar de las diferencias con el comercio en línea, lo cierto es que las soluciones logísticas planteadas pueden servir para la distribución de paquetería.

Einateca Agroecológica

Es un proyecto colaborativo que pretende apoyar a la creación de herramientas colectivas por las redes alimentarias locales del territorio catalán. Está impulsado por las organizaciones l’Aresta, Pam a Pam y Arran de terra. En su informe Nodos de la Distribución Agroecológica, pusieron la mirada sobre la articulación de nodos estratégicos de distribución con el propósito de contribuir a mejorar la optimización y eficiencia de la distribución agroecológica.

El planteamiento subyacente es el de la logística compartida. Es decir, en en vez de que cada productor vaya por su cuenta e invierta tiempo y dinero a resolver sus necesidades logísticas, ¿por qué no encontramos la manera de mancomunar esfuerzos y recursos en aquellos casos en que estas coincidan? Para empezar a construirlo, solo hacía falta un estudio como el de l’Einateca que hiciera un mapeo de los actores, los trayectos a cubrir y los recursos necesarios para cubrirlos. El resultado fue la identificación de 20 nodos estratégicos, 22 puntos principales y 26 puntos secundarios repartidos por el territorio catalán (entre el Barcelonès, el Alto Pirineo, las comarcas de Lleida, el Penedès, el Camp de Tarragona, las Tierras del Ebro, la Cataluña Central y el Gironès). La gran dificultad es establecer sistemas tarifarios justos que equilibren aquello que paga el productor, lo que asume el distribuidor y lo que recae en el consumidor.

Rutas Compartidas

Este es un proyecto sin ánimo de lucro de Poniente Coopera, ejecutado por Tres Cadires, la XEP y Komun y financiado por la Federación de Cooperativas de Trabajo de Cataluña y l’Einateca Agroecológica. Su objetivo también es la mejora en la eficiencia logística, así como minimizar los costes económicos, los impactos medioambientales y el tiempo que cada productor tiene que dedicar al transporte. Esta idea se concreta en una herramienta web y una app que, al estilo de cómo se hace para compartir coche, permite que quien ya hace rutas de distribución las pueda colgar y quien quiera hacer llegar un pedido encuentre una ruta en la que sumarse. En otras palabras, adaptar la lógica de funcionamiento de apps como BlaBlaCar al sector logístico.

Nuevamente, la idea de trasfondo es la de la logística compartida a la cual se suma una componente digital y tecnológico. El principal reto no es la carencia de diagnósticos o soluciones disponibles, sino la dificultad para que los agentes pasen a la acción y utilicen la herramienta. También se suma el reto mayúsculo de visibilizar el coste de la logística, repensar quién y cómo lo asume y desprogramar años de adoctrinamiento en “el envío gratuito” al que nos han sometido las grandes plataformas de comercio en línea. A la vez, apuntan la posibilidad de desarrollar una red de microhubs urbanos para optimizar la distribución de última milla. Esto nos lleva a hablar de la siguiente iniciativa.

Som Ecologística

Es el resultado de la intercooperación de diferentes cooperativas y entidades de la ESS vinculadas en el mundo de la bici para promover la logística urbana sostenible en bicicleta y ciclos de carga. Mediante la prestación de servicios logísticos integrales, esta organización quiere posicionarse como referente en el sector, promocionando la bicicleta como instrumento indispensable en el transporte sostenible de mercancías y de transformación de las ciudades.

Mantenimiento de edificios en bicicleta de carga, con escalera incluida. Autoría: Hackney Cyclist

Trabaja para crear una alternativa clave en el modelo productivo basado en el consumo de combustibles fósiles que deteriora seriamente la salubridad del aire en las ciudades. Bajo la forma de una cooperativa, quieren extender el uso de la bicicleta como vehículo de transporte para la Distribución Urbana de Mercancías (DUM) aportando un enfoque y una praxis transformadora a escala ecológica, social y económica.

Junto con la intercooperación, el otro pilar de este proyecto es la apuesta por el despliegue de una red de microhubs zonales en la ciudad de Barcelona. Siguiendo lo que la consultora urbanística 300.000 Km/s ya propuso en 2020, la idea sería transitar del modelo de grandes naves de distribución situadas en las afueras de la ciudad a locales más pequeños, pero más próximos a los puntos de entrega y estratégicamente distribuidos por todo el municipio. Esto, combinado con el uso de los medios de la ciclologística, permitiría mejorar mucho la eficiencia de la última milla, así como reducir la congestión urbana y la contaminación. Una vezmás, la gran pregunta es cómo se reparten los costes del transporte y de qué manera se puede conseguir suficiente volumen y regularidad de entregas para garantizar la sostenibilidad económica y condiciones laborales justas.

CIAP – Terra Pagesa

Detrás de este proyecto encontramos, principalmente, la colaboración publicoprivada entre Unió de Pagesos iy el Ajuntament de Barcelona, con el apoyo de la Diputació de Barcelona, la AMB y el Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya. Su concreción en la ciutat de Barcelona es el Centre de Intercambio Agroalimentario de Proximidad (CIAP), un centro logístico y comercial situado a Mercabarna. Su objetivo es facilitar la distribución de productos de proximidad entre el campesinado y los pequeños comercios y mercados municipales de la ciudad.

Este centro innovador facilita esta conexión comercial sin la necesidad de presencialidad por parte de las personas productoras —uno de los principales obstáculos para la mayoría de ellas— mediante una plataforma en línea, y también genera facilidades logísticas y de transporte para las personas productoras usuarias. Por la parte de los costes del servicio, lo tienen claro: el trayecto entre el centro de producción y lo CIAP lo asume el productor, el resto del transporte lo asume la tienda. Aun así, todavía les falta encontrar la manera de hacer que aquellos productores con volúmenes más pequeños puedan aprovechar sus canales sin que el coste se los dispare.

Todas estas iniciativas demuestran que otra logística y paquetería es posible. Los retos más repetidos son la atracción de suficiente volumen de pedidos, el cambio de mentalidad que a menudo implican estos modelos logísticos y el reparto de los costes del transporte. Para conocer otras iniciativas, echad un vistazo a esta compilación de buenas prácticas.

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