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Plátanos: fruta tropical en todo el mundo

Plátanos, bananas... en la mayoría de fruterías hay todo el año, a pesar de que es un producto tropical. ¿Qué sabemos, de los plátanos?

Fácilmente encontraremos plátanos allá donde vayamos. En nuestros hogares, pero también en un comedor universitario, en el menú diario de un restaurante o en los avituallamientos de una carrera deportiva.

El plàtan és una fruita tropical d’origen asiàtic que creix en latituds amb temperatures càlides (entre els 20 i 30º) i amb terres riques en nutrients i amb presència d’aigua dolça.

Según datos de la FAO, es la fruta más popular y consumida en EE. UU. y Europa. Se calcula que el consumo per cápita mundial ronda los 15 kilogramos por año, lo que vendrían a ser unos 120 plátanos. En el conjunto del Estado español, en cambio, el plátano es la segunda fruta más consumida (12,31 kg por habitante y año), por detrás de la naranja (16,25 kg por habitante) y la primera en volumen de toneladas importadas del extranjero.

La producción de plátanos

Els principals productors a nivell mundial són l’Índia i la Xina, els quals destinen destinen la major part de la seva producció al consum nacional. En canvi, els anomenats països del «Nord Global» (EUA i Europa, principalment) tenen una producció molt baixa en relació amb el seu consum, de manera que necessiten importar la majoria dels plàtans que consumeixen. I d’on els importen, si l’Índia i la Xina destinen la seva producció a consum propi? De l’Amèrica llatina, concretament de països com l’Equador, Colòmbia, Costa Rica, Guatemala i Hondures. D’aquesta manera, doncs, l’Amèrica central i sud es converteixen en les primeres regions exportadores del món.

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Plantació de plataneros. Autor: JonathanBorba, vía Pexels

A la Unió Europea, però, també trobem regions productores de plàtans, com per exemple les Canàries, que aporten un 60% de la producció europea. Però les quantitats que es produeixen són molt inferiors a les quantitats ingerides, de manera que es fa imprescindible importar plàtans si es vol mantenir el seu ritme de consum. D’aquesta manera, obtenim que, per ordre de volum en tones, els plàtans que consumim a Europa provenen de l’Equador, Colòmbia, Costa Rica, Espanya i República Dominicana.

El mercado platanero

En termes financers, el plàtan es considera una «commodity». Aquest concepte s’aplica a productes bàsics sobre els quals la indústria alimentària pràcticament no pot innovar, de manera que l’única opció que tenen les empreses per diferenciar-se les unes de les altres -i ser competitives- és a través del seu preu. I ja sabem que, quan la competència és basa només en el preu, es passen moltes coses per alt. I és que pagar un producte a un preu molt baix, implica que durant el seu procés de producció i distribució també s’han pagat preus molt baixos. Cal tenir en compte, però, que no necessàriament aquests preus reflecteixen el cost real.

Europa aplica políticas arancelarias restrictivas para proteger sus propios productores. Pero la verdad es que en los últimos años, ha flexibilizado sus propias normas, generando un aumento considerable de la importación de plátanos latinoamericanos, que son más económicos, con el agravio que esto supone para los productores locales. Los productores europeos de plátanos denuncian que, además del bajo precio de los plátanos que se importan, que según ellos se consigue sometiendo las trabajadoras a condiciones de explotación, la mayor parte de los plátanos de la América latina no respetan los estándares de calidad ambiental, ni los relacionados con el cultivo del producto, ni con su entorno ecosistémico.

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Detall d’un plataner, amb els plàtans encara poc madurs. Autor: M. Rishal via Unsplash

Un altre aspecte a tenir en compte sobre el mercat plataner és que, malgrat que la producció dels plàtans que s’exporten es concentra a l’Amèrica llatina, les grans empreses multinacionals que controlen el mercat del plàtan són nord-americanes (com per exemple, Chiquita, Fyffes, Dole i Del Monte). Aquestes empreses tradicionalment han estat propietàries d’un gran nombre de plantacions a l’Amèrica Central i del Sud, fet que els ha permès controlar la producció des de l’origen i, de retruc, els preus del mercat. Això no obstant, en els darrers decennis, aquestes grans empreses han anat desinvertint en aquesta fase de la cadena. Segons la FAO, aquesta desvinculació de la producció ha estat causada, en part, per problemes econòmics i legals en les plantacions bananeres i ha permès la irrupció progressiva d’altres competidores, especialment les grans cadenes de distribució al detall europees.

Com a conseqüència, ja no es tracta d’un nombre reduït de grans empreses integrades verticalment, les que dominen el mercat, sinó que els mercats bananers -com l’equatorià- s’han atomitzat, diversificat i, per tant, incrementat la seva complexitat.

¿Cómo son los plátanos que importamos?

El estudio realizado por Setem y Opcions, «Los impactos económicos, ambientales y sociales en la gestión de los comedores de las Universidades Públicas de Barcelona», recoge los principales impactos y riesgos de los plátanos de Ecuador, puesto que este es el país de origen de la mayor parte de plátanos que se importan en la Unión Europea. El estudio evalúa los riesgo de la compra del plátanos ecuatorianos teniendo en cuenta materias fundamentales como la gobernanza, derechos humanos, prácticas laborales, sostenibilidad y medio ambiente, prácticas justas de operación o el impacto en la comunidad.

El análisis del estudio es muy completo, pero en este artículo destacaremos los siguientes aspectos:

  • El trabajo infantil en las plantaciones bananeras ecuatorianas, todavía en la actualidad, es un fenómeno habitual.
  • Baja representación sindical de las trabajadoras. En el sector bananero, las personas adscritas a un sindicato es del 1%.
  • Un volumen importante de las trabajadoras del sector bananero ecuatoriano recibe unos ingresos menores al Ingreso Mínimo Vital.
  • La producción de plátanos requiere grandes cantidades de agua, es una de las frutas que necesita más recursos hídricos, en comparación con otras como el tomate o la caña de azúcar. Este hecho contribuye al agotamiento de recursos hídricos en la cadena de suministro.
  • Existe un acaparamiento de tierras por parte de grandes productores plataneros: el 2,3% de las empresas productoras de plátano en Ecuador acaparan más del 50% de la superficie agropecuaria, mientras que un 57% controlan un 32,5%.
  • En cuanto a certificaciones y sellos, solo un 6,2% de tierras están certificadas, si consideramos el sello más ajustado a los criterios de Comercio Just (Fairtrade).

  • Según el principal sindicado ecuatoriano de trabajadoras del sector del plátano en Ecuador, el 54% de estas no cuentan con ningún tipo de asistencia sanitaria.

Para profundizar en los datos aportados y otros aspectos, se puede consultar el informe completo.

Alternativas a los plátanos

No necesariamente tenemos que dejar de consumir plátanos. Si lo queremos incorporar a nuestra dieta y, a la vez, queremos practicar el consumo consciente, es importante que cuando vayamos a comprar, nos fijemos en su origen para elegir los de Canarias. De todos modos, lo cierto es que es preferible que optemos por productos más locales y de una proximidad real. Como norma general, tendríamos que fomentar el consumo de fruta local, de temporada y de circuito corto y cultivada con los criterios de la agroecología.

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