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Condones y consumo consciente: lo que hay que saber

11 de julio, 2017

El uso de condón es una de las medidas más eficaces y habituales para evitar que el coito derive en embarazos no deseados o en infecciones de transmisión genital. Vamos a conocer un poco mejor este producto.

Látex asiático

El látex es la principal materia prima para fabricar preservativos. Es una emulsión lechosa que se utiliza para, entre otras cosas, producir caucho, que se usa en la producción de neumáticos, adhesivos, productos impermeables… Puede ser de origen natural o sintético (generalmente obtenido a partir de petroderivados). La inmensa mayoría de los preservativos que encontramos en el mercado son de látex natural. Se puede obtener de la savia de varias plantas, pero la mayor parte del destinado a uso comercial se extrae de la corteza de un árbol, la siringa (Hevea brasiliensis), cultivado principalmente en el sudeste asiático. Las plantaciones de siringa se suelen explotar, como las de otros cultivos con finalidad industrial (palma, coco, etc.), bajo la concepción extractivista de la naturaleza. Sin embargo, existen iniciativas que obtienen el látex de forma sostenible y con beneficios sociales.
La alergia o intolerancia al látex de algunas personas ha impulsado la fabricación de profilácticos a partir de otros materiales, todos ellos derivados de hidrocarburos. El más habitual es el poliuretano, aunque se usan otros como poliestireno o vitrilo. Parece que el poliuretano ofrece algunas ventajas “técnicas” con respecto al látex, por conducir mejor el calor y permitir fabricar condones más finos y resistentes.

Aditivos

En el proceso de fabricación de los preservativos se usan ingredientes y aditivos con funciones lubricantes, estabilizantes, antioxidantes, etc. Son de origen sintético, y alguno de ellos es controvertido.

Por ejemplo los parabenos, conservantes bastante sospechosos de alterar nuestra producción de hormonas. Actualmente varias marcas anuncian en el etiquetado que sus productos no contienen parabenos… aunque sí pueden contener otros compuestos controvertidos, como el propilenglicol o la cera de parafina (DEA).
Otro compuesto problemático y habitualmente presente en los condones son las nitrosaminas, una familia de sustancias cancerígenas que encontramos también en algunos alimentos –en mayor medida en carnes y pescados procesados o ahumados–, en el humo del tabaco o en el aire urbano. Su función es mejorar la elasticidad del producto. Hemos consultado algunos estudios científicos pero no hemos encontrado una conclusión ampliamente aceptada sobre el grado de migración de nitrosaminas a nuestro organismo relacionado con el  uso de preservativos, ni sobre su peligrosidad.
También es frecuente el uso de caseína, una proteína láctea. Este dato es interesante para quienes eligen no consumir productos de origen animal. Existen algunas marcas que comercializan condones “veganos” que usan otros aditivos en lugar de caseína.

Puesto que actualmente no es obligatorio poner la composición completa en el envase de los preservativos, no podemos descartar la presencia de estos aditivos, a menos que el fabricante lo indique expresamente.

Multinacionales y deslocalización

Las marcas más extendidas pertenecen a grandes multinacionales. En concreto, Durex pertenece a Reckitt Benckiser (Clearasil, Strepsils, Finish, Calgon, Woolite, AirWick, Cillit Bang, Veet, Harpic…), y Control a Artsana (Chicco, Boppy, neoBaby, Pic, Lycia). Y hace años que comenzó el proceso de deslocalización hacia el sudeste asiático, hoy prácticamente generalizado. Control cerró su última fábrica en España en 2013. Aunque, por suerte, también aquí hay algunas excepciones.

Residuo

Los preservativos de látex natural son solo “relativamente biodegradables”, ya que el látex ha sido “vulcanizado” (mediante calor, para endurecerlo) y suelen contener aditivos que ralentizan su degradación. Los condones de materiales alternativos petroderivados no son biodegradables. Por todo ello lo más adecuado es tirar los condones a la fracción general de la basura. Sobre todo, ¡no los tiremos por el váter!

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