El tiempo disponible y el tipo de ruta para llegar al destino final a menudo son barreras para no utilizar la bicicleta. Combinar la bicicleta con el transporte público puede ser la forma de resolver estos inconvenientes, tanto si se trata de hacer desplazamientos cotidianos como una salida lúdica de larga distancia. Hay muchos destinos por descubrir si se combina el viaje en transporte público y la bicicleta. Propuestas que permiten disfrutar no solo del destino, sino también del trayecto.
Normas para llevar la bicicleta en el transporte público
Metro y tranvía
En general, en el metro, se pueden llevar bicicletas siempre que sea fuera de las horas puntas.
En ámbitos urbanos, la planificación del desplazamiento depende del tamaño de la ciudad y de la red de transporte existente. Si la ciudad es pequeña, las distancias serán cortas y quizás desplazarse solo con la bicicleta ya será suficiente. En ciudades más grandes, suele existir una red más completa de transporte público que integra de una manera más o menos abierta las bicicletas. En general, la bici plegable es mucho más fácil de transportar en estos entornos, no sólo a efectos prácticos, sino también en cuanto a las normativas.
En el caso de Barcelona, las normativas para viajar en bicicleta varían si se trata del metro, del autobús o el tranvía. En el caso del metro, se pueden llevar bicicletas siempre que sea fuera de las horas puntas de los días laborables (de 7 a 9:30 de 5 a 20:30 h, excepto en julio y agosto que no hay restricciones) , y hay que ponerlas en los espacios reservados para éstas. Las bicicletas plegables se pueden llevar siempre que haya suficiente lugar e independientemente de las restricciones anteriores. En cambio, en el tranvía hay espacios reservados y se pueden transportar bicicletas siempre que haya suficiente lugar. Si es posible, conviene evitar las horas puntas. En cuanto al autobús, sólo se puede subir la bicicleta plegable.
Tren y Cercanías
En Renfe, la normativa del transporte de bicicleta está en constante evolución, y depende de si se trata de un trayecto de Cercanías, de Media o de Larga Distancia. La adaptación de algunos trenes en la bicicleta es mejorable, con convoys de difícil acceso o que tienen pocas plazas reservadas a este fin.
En los trenes de Cercanías y Media Distancia está permitido transportar gratuitamente bicicletas sin limitaciones horarias.
En los servicios de Cercanías está permitido transportar gratuitamente bicicletas sin limitaciones horarias, salvo ocasiones excepcionales de alta afluencia de viajeros, en los que el personal de Renfe podría no autorizar el acceso .
Para los desplazamientos de Media Distancia (excepto en los AVANT), el transporte de bicicletas también está permitido y no hay que desmontarlas ni embalarlas. Eso sí, hay que pagar tres euros para trayectos de más de cien kilómetros.
En cuanto a los trenes de Larga Distancia, como el AVE y el TALGO, y el AVANT, es posible transportar la bicicleta pero debe estar en una funda con unas medidas restringidas (como máximo 120 x 90 x 40 centímetros,) con los pedales desmontados y el manillar girado. El transporte es gratuito, aunque hay que reservar plaza para la bicicleta. Si se trata de un tren nocturno, se debe reservar un departamento familiar y poner como máximo dos bicis por vagón. Aun así, hay que tener en cuenta que los trenes de alta velocidad no representan un medio de transporte sostenible ni accesible para todos. Finalmente, en los ferrocarriles (FGC) es posible transportar bicicletas sin limitaciones, siempre que la ocupación del tren lo permita. Hay zonas reservadas para este uso.
Autobús
Desde el 2015, en Cataluña, el transporte de bicis en los autobuses interurbanos concesionados por la Generalitat, está regulado, permitiendo su transporte de manera gratuita. Como condiciones, la bicicleta debe estar «relativamente limpia« y se limitan el número de plazas a dos arriba del autobús (que deben ser plegables) y cinco en bodega.En el ámbito estatal no hay ninguna regulación establecida, sino que las condiciones dependen de la empresa en cuestión. En general, está permitido el transporte de bicicletas siempre que estén embaladas, hay que pagar un suplemento (cinco o diez euros por ALSA, tres con la empresa HIFE) y reservar o avisar con antelación.
En autobuses de larga distancia, cada empresa define su normativa. Por ejemplo, con Flixbus, una de las principales compañías de autobús de bajo coste en Europa, suele ser posible transportar la bicicleta. Algunos vehículos, sobre todo en Alemania, tienen plazas especiales para bicicletas que se pueden solicitar y comprar en el momento de la reserva del billete. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, hay que embalar la bicicleta y es buena idea llamar unos días antes para solicitar o reservar la plaza.
Coche compartido
Hoy día, los sistemas de coche compartido como BlaBlaCar están en pleno apogeo. En principio, están pensados para el transporte de personas y sus equipajes, pero al final la bicicleta también es un equipaje … un poco más grande de lo normal. Habitualmente, se puede consultar el tipo de vehículo antes de hacer la reserva, y pedir llevar la bicicleta sólo si es una furgoneta y similar. En el caso de los coches, puede que muchas veces las conductoras no accedan a transportar la bici, pero se puede probar, pues es una opción muy práctica.
Bicicleta y transporte público: algunos destinos
Se pueden descubrir nuevos lugares en Cataluña, España y Europa viajando a través de rutas que combinan la bicicleta y el transporte público.
Cerca de Barcelona, se pueden organizar varias salidas para un solo día, un fin de semana o un puente. En el río Llobregat hay una ruta que transcurre entre los espacios verdes del delta del río. Es plana, accesible para todas las edades y con dieciocho kilómetros de longitud se puede hacer en medio día. Se puede llegar a Sant Boi con los ferrocarriles de la Generalitat (todas las líneas salen de Plaza España) y El Prat de Llobregat con la Renfe (R2) o el metro (L9 sur). En general, toda la zona del delta del Llobregat incluye itinerarios aptos para bicicletas y es una zona interesante para descubrir pedaleando; pasando, por ejemplo, por el Parque Agrario, la zona agraria más cercana a Barcelona. El paseo en bicicleta puede ser una buena oportunidad para conocer de cerca proyectos de la agricultura local y para comprar fruta y verdura de kilómetro 0
Las vías verdes aprovechan antiguos trazados pensados para el paso del ferrocarril.
Al otro lado de la ciudad, el río Besós tiene un carril bici a lo largo de su curso que sigue el Parque Fluvial del Besòs. Tiene ocho kilómetros de longitud y enlaza Montcada i Reixac con Santa Coloma de Gramenet (cerca del Parque de Can Zam), Barcelona y Sant Adrià de Besòs. Para alargar la ruta, en Moncada se puede enlazar con el río Ripoll y subir hasta Ripollet–Cerdanyola, y seguir hasta Sabadell hacia el Vallès Occidental. También se puede seguir por el Besós e ir hacia la Roca del Vallés hacia el Vallés Oriental. Se puede acceder fácilmente a las diversas poblaciones en transporte público, ya sea en metro (L1, L2) o tren (Renfe R4 o R2, FGC en Sabadell).
Las vías verdes aprovechan antiguos trazados pensados para el paso del ferrocarril. Suelen ser itinerarios bastante planos y agradables, bien habilitados y libres de coches u otros vehículos de motor. En España hay varias vías recogidas en el proyecto Vías Verdes y Red Natura 2000, que busca dar a conocer espacios naturales protegidos a través de las vías verdes. El proyecto ofrece mapas y una App donde consultar toda clase de información.
Al norte de Cataluña, en las comarcas de Girona, está la conocida via verde del Carrilet, con un tramo entre Olot y Girona (54-57 kilómetros) y otro entre Girona y Sant Feliu de Guíxols (40 kilómetros). Girona es accesible en tren, y con respecto a otras poblaciones, son accesibles en autobús con la compañía SARFA, que permite el transporte de bicicletas.
En el Tarragonés está la vía verde de la Terra Alta, que conecta con la del Matarraña (Aragón) empezando en Valderobles. Atravesando los Puertos de Beceite, se pasa por varios túneles, por eso es importante llevar luz. Para acceder, el bus Hife permite transportar la bici gratuitamente desde Tortosa. Es recomendable avisar tres días antes para garantizar una plaza. Otra alternativa es contactar con una empresa de alquiler y transporte de bicicletas en Arnes.
Unas vacaciones cortas
El conocido Camino de Santiago también se puede hacer en bicicleta. Hay muchas variantes: más o menos montañosas, más o menos concurridas, más largas o más cortas… La red está llena de información al respecto, y también existen aplicaciones móvil.
La TransAndalus es una ruta de unos dos mil kilómetros que pasa sobre todo por caminos. Está pensada principalmente para bicicletas de montaña y recorre Andalucía pasando por todas las provincias. En la página web se encuentran mapas y traxzados GPS de todas las etapas. En cuanto al transporte, se puede llegar en tren o autobús, y a un lugar u otro según el tramo que interese.
Las EuroVelo son rutas adaptadas para bicicletas que atraviesan y conectan varios países de Europa.
Siguiendo con las rutas montañosas, una ruta de referencia en los Pirineos es la famosa Transpirenaica (GR11) que los atraviesa pasando del Mediterráneo al Atlántico, de Euskal Herria a Cataluña. Tiene varias variantes, y una de ellas es asequible para hacer en bici de montaña, aunque el desnivel está asegurado. Quizá no es una ruta para principiantes, pero para las amantes de la montaña puede ser un muy buen plan. Hay más información en Internet y en la red de de bibliotecas. En cuanto al transporte, se puede llegar a la costa catalana en tren (Llançà o Figueres, R11 o RG1); y ALSA ofrece servicio de autobuses desde algunas poblaciones principales, como Vielha, Sort o Puigcerdà.
Los EuroVelo son rutas que atraviesan y conectan varios países de Europa. En su página web se ve un mapa con todos los proyectos en curso, aunque algunos todavía no funcionan. Por ejemplo, el Eurovelo mediterráneo que atraviesa Cataluña no existe todavía sobre el terreno. En cambio, hay algunos que ya están terminados y se puede seguir el trayecto señalizado y adaptado para bicicletas. Es el caso del Eurovelo 1, que atraviesa la costa atlántica francesa; del Eurovelo 6 o la Ruta del Danuvio. Los Eurovelos son una iniciativa interesante, pero a veces sólo promocionan y adaptan itinerarios que ya existen.
El mundo del cicloturismo esconde posibilidades infinitas, llenas de territorios y rincones por descubrir.