Puput es un proyecto englobado dentro de la cooperativa Artijoc, que hace más de 25 años que vende juegos y materiales para educar en valores, respeto y tolerancia en su tienda. A través del juego y los libros quieren contribuir a cultivar el pensamiento crítico y potenciar el juego libre, la curiosidad y la creatividad de los niños y niñas.
En concreto, Puput es un taller de carpintería donde cortan y modelan estructuras y juegos que llenarán patios de escuelas haciéndolos espacios valiosos para el aprendizaje, la coeducación y la convivencia. El taller está situado en Cardedeu, en el mismo espacio que la tienda, y está separado solo por un vidrio, puesto que es un taller escaparate.
Con sus creaciones, el equipo de Puput promueve la diversidad de ambientes y actividades lúdicas, asegurando el contacto con la natura. Crean espacios confortables y armoniosos con el entorno, redistribuyen los espacios de manera equilibrada y ofrecen usos diversos para la comunidad educativa y el vecindario.
Diversificando los patios
Nico Planterose es socio trabajador de la cooperativa y encargado del obrador Puput de Artijoc. Planterose asegura que uno de los objetivos principales del trabajo que hacen en la carpintería es crear piezas para repensar los patios y parques como lugares amables y estimulantes, que ofrezcan ambientes vivos, verdes y con posibilidades infinitas de juego y diversión.
“Queremos que allá donde llevamos nuestros diseños, los niños vivan su propia aventura y puedan vivir experiencias emancipadoras”, apunta.
Una de las muchas escuelas que comparte objetivos con el equipo de Puput es la escuela Granullarius, en Granollers. La comunidad educativa del centro y el equipo directivo han trabajado para que durante este curso se instalaran más de una decena de juegos y estructuras de Puput. Casita de madera, cocinita, rocódromo lateral, tipi, mikado, jeep con cuatro volantes, mesa redonda con asientos…
Según su directora, Mercè Ruiz, “los niños y niñas escogieron qué querían para los patios de la escuela en un proceso participativo y ahora se reparten de forma autónoma y libre en los diferentes espacios y eligen en cada momento qué los apetece sin la necesidad que haya un juego preferido”, asegura.
Contacto con la natura
Desde Puput también hacen de los patios de las escuelas espacios más agradables con la voluntad principal de huir del cemento y convertirlos en pequeños bosques y jardines donde tenga cabida la curiosidad y el contacto con la natura. “Queremos que los niños y niñas se acerquen a la natura a través del juego y creemos que la madera y sus formas orgánicas ayudan a renaturalizar con materiales de bajo impacto y formas que evoquen la natura”, explica Planterose.
Entre los proyectos que llevan a cabo se encuentran la instalación de cenadores naturales, la construcción de pequeños huertos o espacios para plantas aromáticas, por ejemplo. También colocan comederos para pájaros en los árboles.
Un proyecto sostenible y natural
Actualmente, Puput trabaja con madera de acacia robinia, que tiene una protección natural para exteriores y no le hace falta tratamiento para que dure años. Antes lo hacía con madera de pino y esto implicaba tener que tratarla para que fuera más resistente. “Hemos elegido la robinia porque de este modo ya no tenemos que tratar la madera, puesto que por sí misma aguanta 20 años al exterior en perfectas condiciones. Como mucho aplicamos aceite para nutrirla y favorecer un acabado más bonito o un poco de tinte, pero nada más”, comenta Planterose. También hay que destacar que, gracias a las propiedades de la robinia, se pueden modelar mucho mejor las creaciones para patios escolares y hacer diferentes formas naturales.
Hoy por hoy, la madera de robinia proviene de bosques de Europa del Este porque, según afirma Planterose, aquí no hay industria que la pueda comercializar, a pesar de que en Cataluña se la considera especie invasora. Desde Puput aseguran que se está trabajando para encontrar la manera de usar los árboles de territorio catalán.
Cooperativa dentro de La Zona
Desde el inicio de La Zona, Artijoc forma parte porque es una cooperativa que trabaja para acercar los valores de la Economía Social y Solidaria (ESS) al sector educativo. Artijoc es una cooperativa que forma parte de la ESS desde el 1999 y desde sus inicios con su actividad fomentan el aprendizaje y la diversión poniendo al niño en el centro.
En la web de La Zona se pueden encontrar diferentes productos de Artijoc que promueven la curiosidad y que respetan el ritmo de juego y evolución de cada niño. Son muy cuidadosas con aquello que venden en Artijoc, por eso seleccionan los juguetes teniendo en cuenta criterios pedagógicos, sociales y ambientales.
Tanto en la juguetería como en el taller Puput, la cooperativa se esfuerza, según Planterose, para construir un mundo mejor a través de la educación emancipadora y la transformación de la sociedad en que vivimos.
