«No entendemos la educación sin acción»

El buen vivir, el ecofeminismo, la cooperación, la coherencia, la pasión, la calidad y la innovación son los principios que vertebran el día a día de Espai Ambiental.
Espai Ambiental

Espai Ambiental es una cooperativa que se fundó en 2004 para lograr comunidades regenerativas donde la justicia, la ecología y todas las vidas están en el centro. Entre sus tareas, destaca el diseño e impulso de proyectos ecosociales y de economía social y solidaria, acompañamiento y dinamización de procesos comunitarios, creación y gestión de formaciones, programas y recursos educativos e investigación y generación de contenidos y metodologías por la transición ecosocial.

Todo esto lo trabajan con y para colectivos, organizaciones e incluso la Administración Pública, y lo aplican en el mundo urbano, especialmente en la ciudad de Barcelona y en su área metropolitana.

Este año celebran el 20.º cumpleaños y por eso hemos hecho esta entrevista a Drew M. Romero, responsable de comunicación de la entidad.

Hace veinte años que os constituisteis como cooperativa. ¿Por qué? ¿Qué fue el origen y por qué decidisteis el formato de cooperativa?

El año 2004 nos empezamos a activar con un proyecto muy concreto: gestionar la Aula Ambiental de Sagrada Família, uno de los primeros servicios de información y educación ambiental del barrio y que, junto con el punto verde, surgió de las demandas de las vecinas. Fue una pequeña gran revolución que nos abrió las puertas a hablar de medio ambiente, gestión de residuos y consumo con una mirada crítica e inclusiva en la ciudad.

Espai Ambiental
Tres personas del equipo de Espai Ambiental

Poco a poco, Espai Ambiental empezó a consolidarse y a crecer con personas que venían de espacios sociales y movimientos activistas con ganas de cambiar las cosas desde un proyecto transformador de autoempleo y cooperativo.

¿Cuáles fueron, pues, las inquietudes que os empujaron a organizaros?

A nivel social, y también personalmente, teníamos una gran necesidad y un impulso de tomar las calles, de romper con la distancia, acercar la transformación ecológica, social y comunitaria a las plazas, a pie de calle. Empezamos haciendo comidas populares en los barrios para concienciar sobre el aprovechamiento alimentario y el consumo responsable y también salimos a las calles con dinámicas y procesos de educación ambiental con participación activa, porque no entendemos la educación sin la acción.

Y estas inquietudes que teníais en los inicios ¿son las mismas inquietudes que os mueven ahora?

Nuestras inquietudes han ido evolucionando del mismo modo que han pasado los años y el contexto social se ha ido modificando y reformulando. Seguimos siendo las mismas y partimos de la misma base, a pesar de que hemos ido ampliando nuestro discurso y hemos incorporado nuevas prácticas más compartidas y sostenibles, manteniendo la mirada y la escucha abierta hacia los cuidados, el territorio y la comunidad.

¿Podríais destacar algunos de los proyectos con los cuales habéis estado trabajando hasta ahora?

Uno de nuestros proyectos principales y al que más aprecio le tenemos, es la gestión del Aula Ambiental de Sagrada Familia. También recordamos las primeras campañas contra el derroche alimentario con «No en llancem ni mica!«. O los procesos educativos de aprendizaje y servicio en los cuales Espai Ambiental hemos marcado un antes y un después.

Sabemos que os gusta mucho trabajar en red, ¿por qué?

El año 2012 perdimos la gestión del Aula Ambiental de Sagrada Familia. Fue un golpe que nos hizo tambalear, pero lo tomamos como oportunidad para abrirnos a otros proyectos y empezar a trabajar en red. Fue entonces cuando conocimos a las compañeras del Grup ECOS, de la XES o Coòpolis y empezamos proyectos más potentes, con más personas y de más alcance. Es por eso que encontramos que trabajar en red es una pieza clave para la transformación, sumar y unir fuerzas es necesario para lograr un cambio común y, ojo, no lo haremos solas.

Espai Ambiental
El equipo de Espai Ambiental en unas jornadas de trabajo interno

¿Qué retos os planteáis, veinte años más tarde de vuestro nacimiento?

Veinte años más tarde seguimos acompañando procesos comunitarios, programas educativos de aprendizaje y servicio y formaciones y proyectos ecosociales de economía social y solidaria a escala local. Y nos planteamos seguir haciéndolo, manteniendo la mirada y la escucha activa a lo que pasa a nuestro alrededor. Seguiremos impulsando procesos hacia una transición ecosocial, comunitaria y cuidada.

Para acabar, si tuvierais que pedir un deseo, ¿cuál seria?

Qué buena pregunta… tenemos unos cuántos deseos, y uno de ellos es la coherencia, poder aplicar nuestras ideas, procesos y prácticas en nuestro día a día. Que lo que hacemos en el entorno laboral vaya más allá, aplicarlo en nuestras vidas, que no se quede en palabras y en proyectos concretos.

Este artículo es posible gracias a personas que colaboran con OPCIONS

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