Llega el verano y tenemos ganas de sol. Y toca decidir como nos protegemos porque en exceso, el sol es perjudicial. ¿Qué hábitos podemos tomar para necesitar menos cremas protectoras? ¿En qué momentos y lugares hace falta extremar las precauciones? ¿Cuánta crema debemos aplicarnos cada vez? ¿Por qué en su fabricación se utilizan algunos ingredientes muy sospechosos de ser nocivos? ¿Existen cremas protectoras ecológicas? ¿Cómo escogemos el factor de protección? Tienen los protectores alguna incidencia en el medio marino? Hemos hecho un estudio a fondo para responder estas y otras preguntas.